image

Raíces firmes,

nubes claras. El tronco

y frutos llenos.

LA LUNA DE MIEL INTERMINABLE

10850220_822879111084816_3927445758785768673_n

 

El amor no es una relación. El amor relaciona.

El amor relaciona, pero no es una relación. Una relación es algo acabado.
Una relación es un sustantivo; ha llegado el punto y final, se ha acabado la luna de miel.
Ya no hay alegría, no hay entusiasmo, ya ha acabado todo.
Puedes mantenerla, sólo para mantener tus falsas promesas.
Puedes mantenerla, porque es cómoda, conveniente, acogedora.
Puedes mantenerla porque no tienes nada más que hacer.
Puedes mantenerla porque si la rompes, te va a causar muchos problemas…
Una relación significa algo completo, acabado, cerrado.

El amor no es nunca una relación; el amor es relacionarse.
Es siempre un río cambiante, fluyendo sin fin.
El amor trasciende al deseo febril del enamoramiento.
El amor desconoce el punto y aparte; la luna de miel comienza, pero nunca termina.
Pero te han engañado… Te has engañado.

No es como una línea que comienza en un punto y termina en otro.
Es un círculo completo, sin principio ni fin.
Es un fenómeno que está ocurriendo constantemente.
Los enamorados se terminan, el amor continúa, es un continuum.
Es un verbo, no un sustantivo.

Pero ¿por qué circunscribimos la belleza del relacionarse a la relación?
¿Por qué tenemos tanta prisa? ¿Por qué tenemos tanta impaciencia?
Porque relacionarse es algo inseguro, y la relación es una seguridad.
La relación supone una certeza, un compromiso legal. Relacionarse supone un reto, un riesgo.
Relacionarse consiste en el encuentro de dos extraños, quizás sea sólo una aventura de una noche y por la mañana despiertan. ¿Quién sabe lo que sucederá mañana?
No importa lo que suceda mañana, no existe, es una ilusión.
No hay garantía. No lo garantizará la ley, ni el juzgado, ni la policía, ni el sacerdote.
La garantía será interior, no exterior.
Supondrá un compromiso desde el corazón; será una comunión silenciosa.

Pero tenemos tanto miedo que queremos asegurarlo, queremos que sea predecible, queremos tener el control.
Nos gustaría que el mañana fuera acorde con nuestras ideas, con nuestros planes, con nuestras creencias; no le dejamos libertad para que pueda decidirse por sí mismo.
No contemplamos que el otro también tiene planes y expectativas.
Por tanto, inmediatamente reducimos cada verbo a un sustantivo.
Y convertimos el amor en una prisión; y al amado en su prisionero.

Pero el amor no aprisiona, el amor libera.
¡Olvídate de las relaciones y aprende a relacionarte!
¡Olvídate de tus creencias y atrévete a arriesgarte!
¡Olvídate del futuro y vive el presente!

Una vez que estableces una relación, das por sentado que el otro va a estar ahí, es tu deseo egoísta, tu ignorancia.
Y eso es lo que destruye todas las relaciones.
Entiende que el otro no depende de ti y tú no puedes depender del otro.
Entiende que el otro no está aquí para cumplir tus deseos y expectativas; y que tú no estás para cumplir las suyas.

¡Nadie conoce a nadie!
Es imposible conocer a la otra persona; ésta sigue siendo un misterio y siempre lo será.
La mujer piensa que conoce al hombre; el hombre piensa que conoce a la mujer.
Dar por sentado que la otra persona va a estar ahí es un insulto, una falta de respeto.
Pensar si quiera que conoces a tu pareja es algo realmente desagradecido.

¿Cómo puedes conocer a la mujer? ¿Cómo puedes conocer al hombre?
No puedes, son procesos, no son cosas. Son cambio, constante y eterno cambio, no son objetos.
La mujer o el hombre que conociste ayer ya no está hoy.
Ha fluido mucha agua por el Ganges; es totalmente diferente; ha cambiado.
Relaciónate de nuevo, comienza de nuevo, no lo des por sentado.
Así, el amor renacerá en cada momento, como las rosas florecen en el rosal.

Por la mañana, vuelve a contemplar la cara de la persona con la que dormiste la noche anterior.
Ya no es la misma persona; ha cambiado mucho, muchísimo.
He aquí la diferencia entre una cosa y una persona.
Los muebles de la habitación siguen siendo los mismos, pero ese hombre y esa mujer ya no lo son.
Vuelve a explorar, vuelve a empezar.

Relacionarse significa que siempre estén empezando, que siempre estén intentando conocerse.
Estén tratando de conocer las diferentes facetas de la otra persona, aceptándolas.
Estén intentando ahondar cada vez más en el reino de sus profundos sentimientos, en los profundos recovecos de su ser.
Estén intentando revelar un misterio que no se puede revelar.
He aquí la alegría del amor: la exploración de la conciencia.

Y entonces el otro se convierte en un espejo para ti.
Al explorarlo, sin darte cuenta, te estarás explorando también a ti mismo.
Al profundizar en el otro, al descubrir sus sentimientos, sus pensamientos, sus más profundas emociones, estarás descubriendo también tus más profundas emociones.
Los enamorados se convierten en espejos el uno para el otro, y el amor se convierte en meditación.
Pero no te aferres a lo que descubras, recuerda: a la mañana siguiente habrá cambiado.
La rosa del ayer morirá y del rosal nacerá una nueva flor. Y tendrás que comenzar de nuevo.
¡Qué alegría! ¡Qué grandiosa oportunidad!

La relación es algo feo; relacionarse es bello.
El deseo es algo feo; el amor es lo más bello.

En una relación, ambas personas se vuelven ciegos hacia el otro.
Simplemente piensa: ¿cuánto tiempo ha pasado desde que miraste a tu mujer a los ojos?,
¿cuánto tiempo ha pasado desde que miraste a tu marido? Quizás años.
Has dado por hecho que conoces a la otra persona, ¿qué más hace falta mirar?
Crees que conoces toda la topografía de su cuerpo, crees saber cómo reaccionará.
Crees saber que lo que ha ocurrido volverá a ocurrir una y otra vez.
Es un círculo vicioso.

No es así; en realidad no es así. Nada se repite; todo es nuevo cada día.
Sólo tus ojos envejecen, tus suposiciones envejecen, tus creencias envejecen.
Tu espejo tiene ya tanto polvo que eres incapaz de reflejar al otro.

Por eso hay que permanecer continuamente en luna de miel.
Continuamente buscando y escudriñando al otro.
Abierto a descubrir nuevas formas de amarse el uno al otro.
Abierto a descubrir nuevas formas de estar con la otra persona.
Cada individuo es un misterio tan infinito, inagotable e insondable que nunca podrás decir:
«Ya lo conozco» o «Ya la conozco».
Como menos podrás decir: «Ya me conozco».
A lo mucho podrás decir: «He hecho todo lo posible, pero el misterio sigue siendo un misterio».
De hecho cuanto más lo conoces, más misterioso se vuelve el otro.
De esta manera, el amor se convierte una aventura constante.
¡Qué maravilla! ¡Qué fortuna!

 

LA LUNA DE MIEL INTERMINABLE (Págs. 71-74)
Amor, Libertad, Soledad. Una nueva visión de las relaciones (2009). OSHO

Interludio Literario

Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.

{…}

tumblr_nf8ljaKCVT1qe81qjo1_1280

Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.

{…}

Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.

Fragmento de Los amorosos de Jaime Sabines

Las voces

tumblr_mrhe4gd0q01qzx9iio1_500

Boceto de humano, / intento de persona, / una burla a la raza / y mancha al apellido.

Todo eso, y lo demás / que digan entre voces. / Sé que no es así; / sabes que no es así.

Los que importan dicen / «no» aunque sea quedo. / Los demás no importan; /las voces siempre hablarán

y nosotros siempre actuaremos / como tal, agarrados de la mano, / a la luz del sol y al tenue brillo / de luna. Somos dos,

aquí y ahora, / ayer y mañana. Somos dos.

 

Haiku #3

tumblr_n5qly4QtrK1s1okdio1_1280

A la luz de la

noche me dejaste tu

semilla negra.

Haiku #2

tumblr_naecqycIqL1qf9fo8o5_1280

En el final del

día, sólo quiero que

me amen todos.

Haiku #1

tumblr_mrc8hbOFfV1qg9lfao1_1280

Una línea de

formas que dirigen tu

cuerpo bendito.

 

Casados. 2da Parte.

– ¿Siempre hay condones en tu mesa? – dice curioso y un tanto penoso.

– Sólo cuando vienes – le contesto sin querer mirarlo.

 

Empieza. Hoy tiene ganas de ser el dominante y yo sólo quiero sentir algo. Me besa, me estruja, ruge entre gemidos. Cierro los ojos y entre veo al techo. Noto manchas, el claroscuro de la esquina, lo frío de mi cuarto. Todo mientras siento algo quedo entre mi cuerpo. Es él.

– Hoy estás hermoso. Te quiero coger – dice ya rojo de excitación. Lo beso y pongo su cara en mi cuello. Hoy no quiero pero hay un destello. Un destello débil, como la luz que se cuela por la persiana. Así es lo que siento por él. Este hombre casado que viene a sentir más, extasiarse más y venirse más.  Sus ojos me lo dicen al verme. Su barba me restriega esa verdad. Sus músculos exprimen mi deseo y poco a poco voy ganando calor. Cedo.

Batalla al entrar; nunca lo encuentra. Lo guío con la mano y entra. Lo mete todo y duele. Lo detengo un poco pero está cabreado. Se quede ahí y empieza a moverse. Resisto como puedo y aflojo un poco. Ya está dentro y no quiero problemas. Me levanta las piernas, me abre más, me gira levemente y cambia hasta dejarme acostado, empalmado, boca abajo, con mira al piso.

Me doma, cabalga vil vaquero sobre su yegua, abusa de su fuerza, entra hasta chocar con mis nalgas. Pareciera que quiere que entren sus huevos también. Imposible, my dear. Trato de zafarme pero me contiene los brazos con una mano y el cuello con la otra. Está poseído. Grito. Grito de placer fingido para que termine. Grito por mí porque no sé que tiene. Grito porque fue una mala idea aceptarlo, hoy no quería. ¿Por qué siempre cedo a su venida?

Grita. Se ha venido dentro de mí. Ha parado de moverse pero su sudor no; me escurre toda la espalda de su humor. Se retira y toma la toalla de mi silla, viene a sentarse a mi lado. – Ya me tengo que ir. Hoy iba a ser rápido – dice y me planta un beso. Empieza a vestirse mientra ahora yo me seco. Me pongo el shorts y una sudadera. Lo despido en la puerta.

 

tumblr_mwtaiy5g8m1renvc1o1_500

 

– En serio, ¿siempre hay condones en tu mesa? – Pregunta insistente.

– Adiós, Enrique – le digo y cierro la puerta.

 

Escucho que dice algo fuera pero no entiendo, ni quiero. Enciendo la tv y lo veo irse por la ventana. «Me duele el trasero» es todo lo que pienso.

 

Parpadeo

Tenme miedo.

Te lo digo bien y de manera amable. Te lo digo quedo.

Nunca has conocido alguien como yo.

Tenme miedo hasta el tuétano; que vibre al verme,

que tiemble al oírme. Que tu conciencia sueñe conmigo

y las sombras luzcan con mi figura.  Eso es lo que quiero.

Tenme miedo en las noches y veme con la luz. No dejar tu mente,

aún al parpadeo. Ten miedo de mí, te lo digo.

Nunca has conocido alguien como yo.

Autosave-File vom d-lab2/3 der AgfaPhoto GmbH

Interludio Audiovisual

Even thoug it hurts, even though it scars,

love me when it storms, love me when I fall.

Every time it breaks, every time its torn,

LOVE ME LIKE I’M NOT MADE OF STONE.