– ¿Quieres que vaya? Tengo ganas de jugar –
– Sí pero no, je je. –
– ¿Cómo? –
– Sí quiero pero no de nuestra acción. Tengo ganas de estar desnudos, tocándonos, acostados, sin nada más. Sabes que eso no es lo nuestro –
– Sí. Entiendo. Eso también está padre pero no es lo nuestro –
– No. Por eso te digo que mejor hoy no –
– Sí, mejor cuando traigas ganas de coger. Eso es lo nuestro. Cuando te gane la calentura, ya sabes –
– Sí, ahí estaría mejor. Hoy no –
– No te preocupes. Cuídate –
– Tú también. Saludos –
Cierro el chat con Enrique. Realmente hoy no estoy para sus juegos sexuales. «Hoy enséñame algo más» «quiero tener dos», «házmelo como en la porno», «¡voy a someterte!» y cosas así. ¿Por qué no podré conseguir uno formal? Lo he intentado desde la última vez; ya hace 2 años. Dos, tres veces quizá, pero ninguno convence. «No estoy para algo formal», «no me siento preparado», «si me gustaría pero no tengo tiempo», «no eres tú, soy yo», con un largo etcétera traducido a inmadurez.
Inmadurez mía y suya, debo de decir, porque algo hago mal. Siempre son el mismo perfil aunque no se parezcan entre sí. Si algo tengo es que gusto de hombres varios y no discrimino; altos, bajos, blancos, morenos, casi negros, velludos o lampiños, con pancita o sin ella, famélicos también. Ese no es el problema, el problema es la mente que se cargan y mi elección.
En este caso es lo mismo; ¿por qué un casado es lo más parecido a una relación? Mientras ambos nos usamos de costal de venidas, a ella la abraza, a ella la quiere, a ella es quien rinde cuentas y quereres y yo, yo soy el que le enseña como dilatar un culo, a besar traseros, lamer cuellos con barba o a penetrar más a fondo. Yo soy ese, el amante entretenido, el amante del momento; el que presume en sus trofeos principales pero nunca dirá a nadie. Su mejor secreto. Y nada más.
El celular vuelve a sonar y lo tomo. No hay nada, fue mi imaginación. Hoy es domingo de verano y todos están fuera mientras yo estoy aquí en casa, solo, con unas inmensas ganas de abrazar.
– Mejor sí ven; ya me ganó. Te espero –