Lamiendo

¿Alguien recuerda mi nombre?

Yo recuerdo todos pero dudo que alguien sepa el mío.

Recuerdo risas, gestos, caricias y mal alientos.

Recuerdo sabores, vellos incómodos y detalles más.

El nombre siempre aunque es algo que no compete.

Pero ¿alguien sabrá mi nombre? Apodos y cariños

sobran pero no sé quién soy entre tanto halago.

Se me perdió la razón entre las carnes y el ego creció

entre tanto sudor. Por eso siempre memorizo todo,

es lo que me mantiene firme, aunque duela, aunque estruje.

Es mi  pobre manera de amor  propio.

«¿Alguien recuerda mi nombre?»

Me digo desde adentro y sigo sonriendo y lamiendo.

 

Haiku # 18

Ayuda, me he

Perdido de nuevo. En

mi sexo estoy.

Sonrisas

Una noche más perdida. Besos y caricias podridas.

Un despertar amargo más un dejo de sonrisa asoma.

¿Por qué luchar una guerra sin fin? ¿Por qué lanzarme si habrá heridas?

No quiero dolor pero las cicatrices lo valen. Donde fallo

hay aprendizaje y camino a la sabiduría voy.

No me quebraré tan fácil como antes; no soy el de ayer,

aunque haya noches perdidas y amaneceres amargos

la lucha continúa y el amor queda en la sonrisa.

 

Él

Él lo sabe.

Cuando el clima apremia, la calma se agita y la piel eriza.

Él lo sabe.

Cuando el tiempo corre prisa y se hablan lenguas extrañas.

Él lo sabe.

Cuando la memoria se agudiza, los nervios se olvidan y el orgullo calla.

Él lo sabe.

Maquillaje

Con Marte en el sexo y Venus en la cabeza

el hombre del espejo dibuja una sonrisa

en la mirada de la mujer. Con la brocha

imagina un mundo entero que se crea

al pestañear y se siente al ajustar,

broche a broche, la uña y el ajuar.

No importa si Venus habla de más

o si Marte se vuelve violento quizá,

esto no se trata de una guerra,

la unión hace la diferencia.

Así que vamos, ¡maquilla la tristeza!

Cuídate

Cuídate de la luz, amor.

Nuestro cuerpo es oscuro

y en los ojos está el vacío.

Cuídate de la luz, amor.

Tu dulzura es primigenia,

lo dice tu piel que hiede.

Cuídate de la luz, amor,

no te sabe comprender.

Ocúltate en mi interior

y cubre mi soledad

con tu oscuridad.

Seamos el hueco del otro,

el olfato nos guiará, el tacto

lo sabrá… Cuídate de la luz, amor.

Amar

Olvida al sol, nos abandonó.
Olvida el viento, no hay más.
Sólo percibe el tacto, él guiará.
Sólo recuerda sentir. Así será.

La luz

Él, todo un centauro,

yo, pobre enquenque.

Cerval menor envuelto

en luz. Una noche apareció,

oscuro como la misma. Nunca

más vi la luz, entre su vello

me perdí. Negro altar

perdido en su amar.

Toques azabaches en todo lugar.

Ojos perdidos por su mirar.

La luz perdí al dejarlo entrar,

ahora, domando a la bestia

estoy, por una eternidad

(que así sea, por favor).

Luciérnagas ciegas

Vámonos despacio, quiero tener tu secreto guardado tanto como pueda. Deseo un atardecer largo con pocas nubes y mucho sol. Anhelo la luz de una mirada sin tensión, llena de pasión.

Vámonos despacio; tengo un sinfín de luciérnagas ciegas en mis manos y son para ti. Tómalas con las tuyas y rocíalas por tu cuerpo. Ilumínalas con el aroma de tu heno.

Un gritito ahogado escapa, una lágrima delicada roza, una caricia tierna deshace hielos. Dos corazones laten lento, uno a uno. Vámonos despacio, hay que disfrutarnos en el sabor del tiempo.

Desconocido

Sólo soy otro chico triste que amanece pidiendo amor.

Amor a las paredes, a la cama, y a ti, desconocido.

¿Qué acaso no todo está lleno de amor? Todo menos yo.

Trato de robarlo al humo de un cigarro, al respiro

de un aliento. Le pido al sol entre al cuerpo

y que la luna me dé de él en mis sueños.

¿Qué acaso no todo está lleno de amor? Todo menos yo.

Tal vez sea eso. Lo he perdido entre tanto amante

que la ración se ha agotado. Ya no hay más dentro

y cada uno de ellos lo ha robado de mi cuerpo.

¿Qué acaso no todo es amor? Aún el vacío

debería de tenerlo. Tal vez deba de buscarlo

callado en el fondo. El amor perdido y vaciado

habrá de recuperarse. Es cuestión de tiempo.

Mientras dormiré, soñaré con él y despierto

lo pensaré. Mientras haré lo mismo que todos

ellos. Lo tomaré de su cuerpo, lo beberé

de lo oscuro, será insertado en mi cuerpo.

Aún la espera desesperada debe de tener amor.

¿Acaso no, desconocido? Todo está lleno de amor.